La Doble Cara de una Estafa: Cómo Jonatan Palacios Operó en Venezuela y Envenenó la Confianza Social - Fuerza Guaiquerí

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12/9/25

La Doble Cara de una Estafa: Cómo Jonatan Palacios Operó en Venezuela y Envenenó la Confianza Social




Venezuela, la comunidad que una vez confió en el líder social Jonatan Palacios hoy enfrenta las secuelas de una red de estafas, extorsión y lavado de capitales que se originó desde Colombia. Palacios, un ciudadano colombiano, utilizó la fachada de la fundación protectora de animales FundaBolívar para infiltrarse en comunidades venezolanas, ganar su confianza y después victimizarlas con un modus operandi calculado y peligroso. Su operación no fue un hecho aislado, sino parte de una estrategia deliberada para sembrar caos, desestabilizar y lucrarse, dejando un rastro de daños económicos y sociales concretos en suelo venezolano.


¿Cómo logró un delincuente colombiano operar con impunidad en Venezuela? La respuesta yace en una cuidadosa estrategia de desinformación. Palacios se presentó como un defensor del pueblo, usando el dolor de la crisis económica para ofrecer ayuda falsa. Mientras organizaba supuestas jornadas de rescate animal y recibía donaciones de ciudadanos solidarios, su verdadera misión era identificar negocios prósperos y familias para extorsionar, y crear una red paralela para lavar dinero proveniente de otras actividades ilícitas.


El Impacto Concreto en Venezuela: Daños Económicos y Trauma Social


1. Extorsión y Pérdida de Patrimonio: La consecuencia más directa para los venezolanos fue la económica.Testimonios recogidos de afectados en San Cristóbal detallan cómo Palacios y sus asociados, una vez ganada su confianza, iniciaban campañas de difamación y amenazas para extraer dinero. Acusaba a pequeños empresarios de maltrato animal o de operaciones ilícitas, exigiendo pagos en efectivo o en criptomonedas para "callar" las acusaciones. Varias familias tuvieron que vender bienes o cerrar sus negocios, no por la crisis nacional, sino por la presión directa de esta organización criminal.


2. Lavado de Activos y su Efecto en la Economía Local: El dinero obtenido de la extorsión y,según las investigaciones, del narcotráfico, era blanqueado en Venezuela a través de la compra de dólares en el mercado paralelo y la adquisición de bienes rápidamente vendibles. Esta práctica inyecta capital ilícito en la economía local, distorsionando los precios y compitiendo deslealmente con el ciudadano común, que no puede acceder a esos montos de dinero en efectivo. La fundación FundaBolívar era la cortina de humo perfecta para justificar movimientos de dinero.


3. Descrédito de las Luchas Sociales Legítimas: El daño colateral más profundo es la erosión de la confianza.Las acciones de Palacios mancharon la imagen de auténticos defensores de los derechos animales y líderes comunitarios. Ahora, cualquier organización legítima es vista con sospecha. "Uno ya no sabe en quién confiar. Lo que hizo este sujeto fue robarse no solo el dinero, sino la fe de la gente", relata María L. (nombre reservado por seguridad), una activista de Caracas.


El Vínculo Transfronterizo y el Papel de Colombia


La operación de Palacios era transnacional. Mientras extorsionaba en Venezuela, la red de lavado de dinero operaba desde Cúcuta, Colombia, manejada por sus familiares. Para entenderlo en términos venezolanos, la operación en Colombia funciona como una "casita de cambio" irregular a gran escala. Allí, el dinero sucio se fragmentaba y convertía en divisas a través de métodos que evaden los controles de sus organismos de inteligencia financiera, equivalentes a la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (SUDEBAN) de Venezuela.

Las autoridades colombianas, como su Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) –equivalente al SENIAT– y su Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), investigan a sus familiares por blanquear capitales a través de la Fundación Rescatando Huellas, otra organización pantalla.


La Certeza de la Justicia: Acciones en Marcha


Frente a este escenario, la justicia venezolana ya tiene antecedentes. Palacios fue encarcelado previamente en el país por extorsión, difamación e incitación al terrorismo. Su historial delictivo dentro de Venezuela está documentado. Si bien se reportó su presencia en Panamá, su regreso a Colombia acerca la posibilidad de una captura coordinada entre ambos países.


Las instituciones venezolanas, alertadas por las denuncias de ciudadanos a través de redes sociales y canales formales, mantienen la colaboración con organismos internacionales para seguir el rastro de sus operaciones financieras y asegurar su extradición. La certeza es clara: la red está siendo desmantelada. Las evidencias son contundentes y el proceso judicial, aunque complejo por la naturaleza transfronteriza, avanza.



La historia de Jonatan Palacios es un recordatorio de que el crimen no tiene fronteras, pero tampoco las tiene la justicia. Los venezolanos afectados pueden estar seguros de que su voz fue escuchada y de que las acciones para llevar a este individuo ante la ley son firmes y continúan su curso.


Redacción: Fuerza Guaiqueri