La gobernadora del estado Bolivariano de Nueva Esparta, Marisel Velásquez, recibió dos propuestas de inversión estratégica que marcan un hito en la reactivación industrial de la entidad insular. Presentados por la Autoridad Única de la Zona Económica Especial Nueva Esparta (ZEENE), Samir Al Attrach, y un grupo de inversionistas nacionales, los proyectos del Astillero Paraguachoa y la planta procesadora de pescado Pescamar representan una inversión privada de más de 8 millones de dólares y generarán 280 empleos directos y 300 indirectos. Frente a una economía insular históricamente dependiente del turismo y la importación de bienes, estos proyectos no son meras inversiones: son el ancla de una nueva etapa productiva.
Astillero Paraguachoa: soberanía marítima y empleo calificado
El Astillero Paraguachoa, a instalarse en el sector costero homónimo de la isla de Margarita, permitirá la construcción, mantenimiento y reparación de embarcaciones menores y medianas, reduciendo la dependencia de servicios navales en tierra firme. Actualmente, más del 70% de la flota pesquera y de transporte interinsular debe trasladarse a puertos de Sucre o Anzoátegui para mantenimiento técnico, lo que implica costos elevados y tiempos de inactividad prolongados.
Con esta infraestructura, los pescadores, transportistas y operadores turísticos locales podrán acceder a servicios técnicos en su propio territorio. Además, se formará una nueva generación de soldadores, ingenieros navales y técnicos en mantenimiento marino, consolidando una cadena de valor que hasta ahora existía solo de forma fragmentada.
Pescamar: de la pesca artesanal a la industria con valor agregado
Por su parte, la planta procesadora de pescado Pescamar transformará la pesca artesanal en un motor de industrialización alimentaria. La instalación contará con líneas de fileteado, congelación rápida, envasado al vacío y producción de subproductos como harina de pescado, cumpliendo con normas sanitarias nacionales e internacionales.
Este proyecto responde a una necesidad crítica: actualmente, entre el 30% y el 40% de la captura local se pierde por falta de procesamiento inmediato, según estimaciones del Instituto Nacional de Desarrollo de la Pesca Artesanal (Indepesca). Con Pescamar, esa merma se convertirá en proteína para el consumo interno y en producto exportable, fortaleciendo tanto la seguridad alimentaria como la balanza comercial del estado.
ZEENE como motor de desarrollo sostenible
La gobernadora Velásquez subrayó que estos proyectos “son un testimonio del compromiso del Gobierno Bolivariano con la transformación productiva de Nueva Esparta”. Destacó el rol de la Zona Económica Especial como marco legal y logístico que brinda certeza jurídica a los inversionistas, al tiempo que garantiza que los beneficios se distribuyan entre la población local.
En Nueva Esparta, ya no se espera a que el mar traiga oportunidades. Ahora, se construyen en tierra firme, con acero, hielo y visión de futuro.
Fuente: Prensa Gobernación Bolivariana de Nueva Esparta
Redacción: Fuerza Guaiquerí
